Transcurridas unas horas desde el final del partido entre el Villarreal y el Real Madrid y con los nervios algo más templados, llega el momento de analizar en perspectiva y con mayor distancia lo que fue la labor del árbitro malagueño sobre el césped de El Madrigal.
Lo primero que es preciso señalar es que Paradas Romero no tuvo ningún problema hasta el saque inicial. A partir de ahí todo fue a peor para el árbitro malagueño.
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Paradas Romero enseñando una amarilla a Marco Ruben |
Y al igual que en las pelis de spaghetti western, el pistolero desenfundó sin preguntar primero. Minuto 5: encontronazo entre Lass y Marcos Senna y primera cartulina que muestra el
pistolero de Antequera, como se le empezará a conocer a partir de ahora. La primera en la frente y el listón demasiado alto para el resto del partido. Primer error.
La siguiente acción bien pudo suponer la expulsión de Lass tras fuerte entrada por detrás a Cani. La merecía el francés. Pero como ya tenía una (mal sacada) Paradas no se atrevió a mostrarle la segunda. Segundo error de bulto.
Posteriormente le muestra amarilla a Marco Ruben por protestar un agarrón claro de Arbeloa. Era agarrón claro y por lo tanto amarilla para el canterano madridista. En lugar de eso no sancionó la infracción y sí el hecho de que un futbolista tenga una opinión que difería de la suya. No fue la única ocasión en la que mostraría amarilla por protestar alguna de sus decisiones.
Penalti no pitado por agarrón de Arbeloa a Nilmar dentro del área. En lugar de sancionar la infracción, fue Cani el que recibió su correspondiente amonestación por protestar.
En el minuto 44, Callejón pugna por un balón y bruno le pisa retorciendole el tobillo al motrileño. Torcedura que le cuesta la lesión. Paradas Romero no señaló ni falta. Disculpen, pero he perdido la cuenta de los errores del colegiado y ya me duelen los dedos de escribir. Y los que quedan por repasar....
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Paradas no pitó ni falta por esta acción de Bruno sobre Callejón
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En lo que sí acertó el árbitro fue en las justas amarillas que vieron Ángel y Mario por reiterativas patadas sobre Ozil y Marcelo (el brasileño ayer recibió de lo lindo). Un gallifante para Paradas Romero.
Sin embargo, el de Antequera volvió a errar en una acción en el centro del campo. ésta vez fue Pepe el que se llevó amarilla por un encontronazo con Mussachio en el que el central madridista fue el que recibió la infracción del zaguero amarillo. No contento con eso, el colegiado le mostró amarilla a Pepe. De circo, vamos.. Y luego dicen que el Luisma es tonto. ¡Dios santo!
La segunda parte comenzó de por sí entretenida. Para desgracia del fútbol español, parece que hemos encontrado al "nuevo Iturralde" (el vasco se retira al acabar esta temporada y necesita que alguien continúe su legado). A itu le gustaba (le sigue gustando, de hecho) ser el protagonista de los partidos. En el deporte, lo que debe importar son los deportistas, pero parece que hay quien no lo entiende así y pretende labrarse una fama y un nombre aún a costa de ensombrecer este bello espectáculo. ¿El porqué? La ciencia lo estudiará en su momento.
Tanto es así que, desde el primer minuto de la segunda parte el árbitro la tomó con el banquillo merengue (que no son ningunos angelitos, huelga reconocerlo) y se perdió más tiempo en esos dimes y diretes que jugando realmente.
Así, en el minuto 53 le mostró amarilla a Mourinho,por- según refleja en el acta- "hacer observaciones a una de mis decisiones". A partir de ahora nada de hacer observaciones a algo con lo que no se esté de acuerdo. Lo de la libertad de expresión, de ideas y pensamientos está bien, pero fuera del fútbol, entiende el colegiado andaluz.
A los 2 minutos se vuelve a dirigir al banquillo blanco para expulsar al reincidente Rui Faría por "aplaudir irónicamente y en torno de mofa una de mis decisiones". Debía de tener poco trabajo el árbitro para cruzarse los 40 metros de campo que le separaban del banquillo merengue para expulsar a alguien de un banquillo por aplaudir. Tal y como dijo José Francisco Pérez Sanchez, ex árbitro internacional, de la cadena COPE: "El árbitro está más preocupado de lo que pasa en
los banquillos que de lo que pasa en el campo y para vigilar eso ya está el 4º
árbitro". Más claro, el agua.
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Pepe le enseña la sangre al árbitro: le costó la amarilla |
Posteriormente, tanto Ángel como Cani deberían haber sido amonestados por sendas entradas excesivamente duras sobre Cristiano y Marcelo. Es lo malo de poner el listón tan alto al principio: si no mantienes una línea, incurres en el error de no aplicar el mismo rasero para ambos equipos. Y aunque apliques la misma línea, te cargas el partido con excesivas tarjetas. Un partido nada violento, por cierto.
Transcurrió más o menos tranquilo el partido hasta el fatídico minuto 82: posible juego peligroso de Altintop, que no falta, de modo que no sería libre directo sino indirecto. Pero el turco llega antes y toca balón. No hay infracción. No existía la falta en el empate amarillo. Equivocarse es de humanos, dicen y el andaluz debe ser el más humano de los seres que pisan la Tierra, visto lo visto.
Y llegamos al embrollo final. ¿ Pensaban que no había traca final? No se vayan que aún hay más. Minuto 84 de encuentro: Nilmar que se escapa y Sergio Ramos detiene el avance con una falta dura. El árbitro le muestra la amarilla. Puede que correcta. Lo que ocurre es que era la segunda, pues ya le había mostrado una en la primera mitad por una falta que en realidad había cometido Pepe. El hombre estuvo inspirado. Tras esto expulsó a Mourinho por las ya famosas observaciones a su decisión. Pero no contento con eso expulsó a Ozil con roja directa por "aplaudir una de mis decisiones en señal de mofa estando cerca de mí". Aquí no aplaude nadie y menos en mi presencia. ¡Habráse visto! Ozil, ese hombre violento donde los hubiera, del que aseguran que en una ocasión dejó semiinconsciente a una mosca, cogió el camino de las duchas incrédulo.
Y aún hubo tiempo para que más futbolistas no se fueran de vacío del partido. Evitemos envidias innecesarias. De Guzmán y Nilmar vieron la amarilla por los Villarrealenses e Higuaín, Khedira y Xabi Alonso por parte merengue. Únicamente la de Alonso y la del brasileño fueron justas.
Y tras esto, Pepe que ya tenía amarilla fue expulsado por roja directa por dirigirse, siempre según el acta arbitral en los siguientes términos: "Vaya atraco,¡ hijo de puta!". En total fueron seis amonestaciones para los amarillos y 8 para los blancos, además de las de Mou y Rui Faría. El utillero se libró, pero aún a estas horas no está el hombre del todo tranquilo. Ni su mujer que ya se veía sola en casa todo el sábado.
Se desconoce los partidos que le caerán al central portugués (merecidos están, pues los insultos no deben tener cabida en el deporte). Se hablan que 2 o 3, aunque podrían llegar a ser hasta 5. Se desconocen los que le caerán a Paradas Romero (en caso de existir sanción y siempre que sus señorías de los Comités estimen oportuno reunirse, malgastando así su valioso tiempo). Sería oportuno pagarle al colegiado malagueño un billete de avión a las Bahamas. Sólo ida.