Mañana se celebra la
primera huelga general contra Mariano Rajoy. Hoy cumple cien días en el
gobierno y ya puede festejar un récord, ser el primer presidente que le montan
una huelga tan precoz como irresponsable. Con la que está cayendo, solo se
pueden permitir mañana el lujo de salir a la calle con una pancarta aquellas
personas que no tienen nada que perder y los sindicatos, los que ya han ganado
bastante de la forma más fácil, no haciendo absolutamente nada. Por eso expongo
una serie de motivos para dar la espalda a Méndez, Toxo, Llamazares… y hacer
vida normal, aunque algunos violentos escudados en las siglas CC OO y UGT hagan
todo lo posible para impedirlo.
La
reforma laboral, que es el pretexto de la huelga
general, aunque tenga aspectos o puntos que perjudiquen algunos derechos de los
trabajadores, en su conjunto, es buena, ya que flexibiliza el mercado de
trabajo y evita despidos en empresas con problemas mediante la búsqueda de
otras vías. No se verá su efecto positivo de inmediato pero todos los expertos
apuntan que sí se podrá observar a largo plazo.
Es
una huelga política. Lo peor de Comisiones y UGT es que
juegan con la desesperación de los ciudadanos para conseguir sus pretensiones y
mantener las ayudas prestadas hasta ahora. Como el PP tiene mayoría absoluta y
la izquierda es incapaz de hacer política en el Congreso, se ven en la obligación
de salir a la calle y desgastar al gobierno de Rajoy con la pancarta en la
mano. Ya se lo dijo ZP a Gabilondo en una entrevista, al PSOE le viene bien la
crispación. Tensionar manipulando la realidad, como en Valencia hace unas
semanas.
No
crea puestos de trabajo. A parte de salir en los medios de
comunicación o poblar las redes sociales, una huelga general no sirve para
nada, y menos, para atender a la mayor urgencia, que es la creación de trabajo
y combatir el paro.
Negativa
para la economía. Según la CEOE, con un seguimiento de la
huelga de un 30-35%, el coste sería alrededor de 1.000 millones de euros. ¿Es
necesario perder está cantidad de dinero por el capricho de unos pocos? España
no está muy lejos del precipicio, pero se puede acercar más con acciones como
esta.
El
papel de los sindicatos. Desde que comenzó la crisis, el
número de parados ha crecido en más de tres millones. Una subida nunca vista en
toda la historia. Sin embargo, los sindicatos no han abierto la boca. Se habían
olvidado de los trabajadores y sus derechos. Solo se han acordado de ellos
cuando están viendo que sus privilegios pueden peligrar. Con su actitud
canallesca, no pueden pretender que los españoles los saquemos a hombros por
estar a nuestro lado sino, todo lo contrario, correrlos a gorrazos.
En
la anterior huelga ya fracasaron. Han perdido tanta
credibilidad que están desesperados. Tan solo hace dos años que vivimos otra
huelga general y fue algo patético. Para empezar, era una huelga muy light ya
que era el propio gobierno quien quería ir a la calle a bocear. Todo un
espectáculo dantesco.
El
huelguista no cobra ese día. Tan lógico como
razonable. La persona que vaya a la huelga se le va a quitar de su salario la
cantidad correspondiente. Si no, estaríamos todo el año de huelga en huelga y
sigo porque me lleva la corriente. Pero la situación no está para permitirse
perder el salario de un día o que un autónomo no vaya a su negocio, perdiendo
toda su ganancia.
Hoy en el Congreso parte de la izquierda ha montado un número con motivo de la huelga |
Seguramente haya mucho más motivos para no apoyar a
esta panda. Están en su derecho de hacer una huelga, pero también está el
derecho de ir a trabajar. Si mañana hay un seguimiento notable, será por el
miedo de los piquetes informativos, la coacción de los sindicatos y la
violación de los servicios mínimos en el transporte público, porque los
españoles no están para huelgas generales, y lo saben perfectamente.
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