Hace ahora casi 5 temporadas que Santi Cazorla vio frustrada, la que bien pudo ser, la oportunidad de su vida: su frustrado fichaje por el Real Madrid. Eran otros tiempos: presidía Ramón Calderón, Pedja Mijatovic mandaba en la parcela de los fichajes y el club no estaba a merced de las decisiones (acertadas o no) del entrenador de turno. Hay que tener mucho cuidado a la hora de darle las llaves de tu casa a según quién.
Cazorla celebra uno de los 6 tantos que lleva esta temporada |
El caso es que la operación que parecía hecha, se truncó. Santi Cazorla continuó en el equipo de su vida: el Villarreal.. Hasta el pasado verano, cuando las dificultades económicas que arrastraban los castellonenses obligaron al club a vender a su buque insignia, destino al multimillonario proyecto malaguista. Previo pago, eso sí de la nada despreciable cifra de 20 millones de euros. A lo que hay que añadir, los 6 millones que el club de la Costa del Sol, desembolsó por Isco (19 primaveras), otro más de la inacabable fábrica de talentos futbolísticos que tiene este país. El chaval, por cierto, ya está llamando y con fuerza para la absoluta. Como Muniaín y Thiago, que ya han debutado con la absoluta. Otros prefieren gastar 30 millones en un lateral izquierdo. Cuestión de gustos. De los gustos del que manda, claro.
Pellegrini y Cazrola asaltan Chamartín |
Como también lo son quitar a todos los que pueden tener el balón, la posesión. La vida, en realidad. Aún así, el técnico blanco decidió quitar a Kaká, Ozil y Benzemá (que es cierto que no tuvo su día de cara a puerta, pero siempre se asocia bien y no pierde la pelota). Una vez más, el fútbol demostró que no todo consiste en correr como pollos sin cabeza de un lado para otro del campo. Tanto para atacar, como para mantener un resultado, lo mejor es la posesión de pelota., ¿Cómo te va a marcar el otro equipo si el balón lo tienes tú? Pues no se crean, hay quien todavía no lo entiende.
Así que el doble cambio final (en el minuto 86 concretamente) del técnico blanco, se convirtió en lgo inoperante. Saltaron Higuaín y Granero. Antes lo hizo Callejón. Y la desgracia del canterano fue que cometió una falta en la frontal del área. Y allí apareció Santi Cazorla. La puso en la escuadra. Obviamente. Porque Cazorla no necesita tirar 30 para no anotar ninguna. Porque Santi sí que sabe tirar las faltas. Igual que en el cine: al final los buenos tienen su recompensa. Hay Liga.
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