2012-03-20

El enigma Carvalho



La temporada pasada resultó reveladora en muchos aspectos en el Real Madrid. Se sabía desde el primer entrenamiento de la pretemporada cómo jugaría el equipo de Mourinho y cuál era su guardia pretoriana. Lo que antes se denominaban clanes. Se pasó de los holandeses a los portugueses y lo que parecía imposible sucedió: Florentinio Pérez se hizo elegantemente a un lado  para otorgarle libertad total de movimientos al mánager portugués. A partir de ese momento el luso hacía y deshacía en el club blanco a su libre albedrío.

Mou y Florentino con Karanka en segundo plano

Las salidas de tono del portugués predominaron el curso pasado (especialmente durante la tormenta de clásicos con el Barça de Guardiola) y sus ausencias en rueda de prensa en favor de Aitor Karanka no dejaron de llamar la atención. Hasta la fecha el vasco ha atendido en 40 ocasiones a los medios antes y/o después de los partidos. El equipo no enamoró con un fútbol de alta escuela, pero, paradójicamente, los resultados no fueron nada despreciables: segundos en Liga con 92 puntos y 105 goles, semifinalistas en Champions (otra vez Pep Guardioa y su Barça fueron la china en el zapato) y campeón de la Copa del Rey. Torneo que no conquistaban los blancos desde hacía 18 años. Para mayor gloria, la victoria se dio ante Pep y sus chicos que claudicaron en la prórroga con un cabezazo antológico de Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, esta temporada hay algunos puntos que desconciertan del portugués. Servidor, que ya está cursando 2º de Mourinho, sólo sabe que no sabe nada, como dijo Sócrates. El portugués ha hecho lo posible por enmendarse en sus explosivas ruedas de prensa, dando más protagonismo a Karanka, cuyas ruedas de prensa resultan tan amenas e interesantes para los madridistas como una misa para un ateo. Ni cree en el mensaje ni le entretiene, pero el que habla no tiene la culpa. Su sosería le acompaña. Al igual que Guardiola, no se crean. Desde luego que no se ganarían la vida contando chistes.

Mourinho dándole instrucciones a Carvalho en un encuentro

 
Esta temporada, parecía que el equipo había elevado su nivel de fútbol por momentos. Aunque ahora el equipo parece encontrarse en un bajón físico, jugadores como Ozil, Xabi, Benemá, Marcelo o Cristiano son garantía de asociación y fútbol combinativo. En Copa cayó en cuartos (con el Barça otra vez ¿quién si no?), en Champions el equipo debe disputar unos cuartos de final, a priori, asequibles ante el Appoel de Nicosia y en la liga la distancia con el Barça es de 8 puntos. Buenos resultados en general. El juego ha mejorado notablemente, pese al socavón actual de fútbol (que no de resultados, caso aparte el empate del Málaga el pasado domingo) y el míster ha disminuido sus estridencias con excepción de su portavoz, Eladio Paramés, que cada vez que puede insulta u ofende a alguien a través del arma arrojadiza que en ocasiones puede ser Twitter en las manos equivocadas.

Pero si hay un hecho sorprendente esta temporada es la desaparición de Ricardo Carvalho, petición expresa del técnico la temporada pasada y que termina contrato esta temporada, aunque existe la opción de prorrogarlo una temporada más. Pero las reiteradas lesiones del central, su bajón anímico y una lentitud que exasperaría a un Paquirrín resacoso, ha llevado al ostracismo al otrora líder de la defensa para Mou. Lo que, dicho sea de paso, ha sido una auténtica bendición para el equipo, pues los blancos han descubierto que tenían a uno de los mejores centrales del mundo, Sergio Ramos, jugando de lateral diestro. Además de la emergente figura de Rafael Varane que ahora es el tercer central de la plantilla, debido al papel residual que ostenta Raúl Albiol. El francés, que apenas cuenta con 18 primaveras, es uno de los valores de futuro más importantes que tiene el club. Siempre responde cuando sale al campo, no le tiembla el pulso al salir al corte, aceptable salida de balón, buen desplazamiento en largo y gran juego aéreo como demostró con su gol al Rayo Vallecano en Liga. El galo será, posiblemente, en uno o dos años el complemento ideal para Ramos en el centro de la zaga blanca.
Pero en el aire permanece el enigma de Carvlaho que apenas ha jugado 7 encuentros de liga, 1 de Copa (ante el Barça en la ida de cuartos de final) y otro en Champions (ante el Dianmo de Zagreb) por los 14 encuentros de Varane (6 en liga, 4 en Champions y 3 en Copa). Ahora, la tercera lesión de larga duración del central portugués (tiene para tres semanas) reabre el debate sobre su estado físico y la conveniencia de renovarlo la próxima temporada (con 34 años).  Ahora le toca decidir al mánager general qué hacer con un veterano que no le aguanta la comparación a ninguno de los otros 4 centrales de la plantilla.


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