Benzemá desafía a La Roja

Se acabaron los partidos de la fase de grupos de la Eurocopa y saltó la sorpresa en el Grupo D. Francia cayó 2-0 con Suecia, mientras que Inglaterra se impuso 1-0 a Ucrania, lo que supone que los hombres de Laurant Blanc sean segundos de su grupo por detrás de los ingleses de Roy Hodgson y se crucen el sábado a partir de las 20:45 con España.

España celebra uno de los 6 goles anotados en esta Eurocopa

No era lo esperado por parte de ninguna de las dos selecciones, pero así son las cosas y así se las hemos contado, que diría un antiguo presentador de informativos. Aún así, parece que el enfrentamiento les llega a ambos demasiado pronto. A los Bleus les coge tras su primera derrota en el torneo ante la ya eliminada Suecia de Ibrahimovic y a España tras las dudas generadas en el último encuentro ante Croacia donde el equipo adoleció de esa fluidez tan elogiada (y temida) en el concierto futbolístico mundial.

Cesc marcando el tanto del empate ante Italia

La mejoría desde que Blanc ocupa el banquillo francés es palmaria, tras pasar al 4-2-3-1 más habitual.     La defensa es una línea muy segura con Debuchy y Evra o Clichy ocupando los laterales y escoltando a los agresivos Rami y Mexés. Ambos van siempre al límite, tanto que Mexés se perderá el partido de cuartos por sanción (le sustituirá Koscielny, del Arsenal, menos fiable defensivamente pero mejor a la hora de sacar el balón jugado desde atrás).

El mediocampo francés podría ser una metáfora de lo que es en sí la sociedad francesa: multicultural, contraste, diferenciación. Los dos mediocentros son la guardia pretoriana francesa: Alou Diarrá y Cabaye sostienen al equipo, no dan un pase mal aunque su creatividad es escasa. Cabaye no obstante, está realizando un gran torneo,aderezado con un gol ante Ucrania. Y llegamos a la zona creativa francesa. La línea de tres mediapuntas con Ribery, Nasri y Ménez. También jugó Malouda algunos minutos en lugar del atacante del París Saint-Germain.

En especial, las asociaciones entre Benzemá, Ribery y Nasri por la parte derecha. Son el talento francés, la fantasía, la novedad. Cuando los tres se asocian en corto, con paredes en la frontal del área aprovechan el hueco que deja libre Benzemá  para crear los espacios necesarios para la llegada de los hombres de segunda línea o la incorporación de los laterales. Así llegó el gol de Menez ante Ucrania. 

La delantera, la ocupa Karim Benzemá. El hombre más en forma de Francia. Un nueve y medio, se podría catalogar. Un mediapunta con gol. No es un Killer. Todavía no ha marcado un sólo tanto en la Eurocopa, pero sus asociaciones con Nasri y Ribery marcan la pauta del juego francés. Insustituible para Blanc.

Benzema, el nuevo héroe francés

España debe tener especial cuidado en las asociaciones en esa parte del campo de Francia. Los mediocentros españoles (Alonso y Busquets) deben venir a achicar espacios mientras que uno de los centrales sale a ayudar al lateral en cuestión. Mientras, el otro central y el lateral deben permanecer atentos a la posible subida del lateral contrario y las entradas en diagonal de Menez a la espalda de la defensa. Nasri suele ver esos desmarques del punta del PSG. 

Lo normal es que Francia sufra al no tener el balón tanto tiempo como le gusta, puesto que, presumiblemente, la pelota será de los de Vicente Del Bosque. Ese es el mayor reto de los franceses: cómo gestionar esa carencia de pelota. En especial de los hombres con más talento que no suelen desgastarse demasiado en la presión y en los robos de balón en campo contrario. Si España tiene el balón y desarrolla su fútbol, La Roja es favorita. Francia no da miedo. Lo que da miedo es no tener el balón.