El delirio vasco (II)

En estos días tan cruciales para el porvenir de España, donde los datos económicos y la presión de los mercados están mermando la estabilidad, el gobierno acaba de aprobar los Presupuestos, con fuertes ajustes y recortes. Sin embargo, para los nacionalistas periféricos esto no les debe de importar mucho. Los catalanes, encabezados por Duran i Lleida, siguen con su mantra, repitiendo como papagayos la supuesta deuda que tiene el país con su región. Es decir, con lo mismo, calcando las palabras una y otra vez, sin innovar o cambiar un ápice. Siempre la misma historia.

Pero los vascos son más originales. Hoy, el presidente del PNV ha realizado unas declaraciones bochornosas e insultantes para todos los españoles. Durante un acto propagandístico por el aniversario del bombardeo de Guernica, Urkullu ha tenido los bemoles suficientes para comparar el Ejército español con la banda terrorista ETA. Y se ha quedado tan pancho, satisfecho tras escupir unas frases llenas de odio y rencor, rodeado de amigos y de los suyos, pero con las ausencias de los vascos asesinados por los etarras. Asesinatos de los que el PNV muchas veces no ha dicho nada, o simplemente, con su cobarde silencio han sido cómplices.

Urkullu expresando sus delirantes ideas sobre el Ejército español

Este paralelismo viene a que el ejército realizó ayer unas maniobras en la localidad guipuzcoana de Alguete. Ya la izquierda abertzale criticó estos sucesos por la proximidad por el citado aniversario, pero el PNV no puede ser menos y quedarse atrás para insultarnos. “Queremos dejar atrás la violencia y el terror, y también una mentalidad belicista y provocadora como la que estos días tan señalados ha mostrado el Ejército español en nuestra tierra”, aseveró Urkullu.

Me preguntó que se pensará esta gente que hacen los soldados cuando se encuentran haciendo maniobras. ¿Matar a inocentes? ¿Bombardear ciudades? En el término municipal de mi pueblo, por ejemplo, el ejército acude, de vez en cuando, a realizar dichas maniobras, y en lugar de pegar tiros, limpian el monte que la población civil llena de basura, cuidando la naturaleza y realizando un bien social. No dudo de que portarán su arma correspondiente, organizarán estrategias y analizarán el terreno como si de un campo de combate se tratase, pues es el ejército, pero compararles con unos asesinos, cuando estamos viendo constantemente como son enviados a otros países para ayudas humanitarias, sobretodo en zonas donde se ha producido una catástrofe, ya sea natural o forzado por el hombre, es de una canallada intolerable.

Una vez más, el nacionalismo vasco, envuelto en su delirio particular, ha vuelto a despreciar a España. Está vez, cuestionando al Ejército y equiparándolo con una mafia asesina, como son los etarras. Ojalá que el ejército español solo vaya al País Vasco a realizar maniobras y no a otros motivos, como a defender a su pueblo, los vascos, de una guerra o algo similar. Para este símbolo e institución del estado, no hay cabida para las divisiones y diferenciaciones de ciudadanos por vivir en distintas regiones o comunidades autónomas, como algunos partidos políticos nos quieren hacer ver, sino para garantizar la unidad, al igual que hace la bandera o la Corona. Por eso son blanco de las iras de estas ideas, porque los nacionalismos periféricos no pueden soportar la igualdad entre españoles.