2012-03-03

El efecto Simeone se disipa



Cuando el pasado 25 de Diciembre Gregorio Manzano era oficialmente destituido como entrenador del Atlético de Madrid y se conocía que su sustituto era el ídolo colchonero Diego Pablo el Cholo Simeone, una especie de algarabía inundó a la afición del Calderón. Atrás quedaban las 3 semanas que el cadáver de Manzano estuvo descomponiéndose en la nevera atlética esperando a que alguien con un mínimo de sentido común se decidiera a enterrarlo. A rey muerto, rey puesto.


El caso es que no empezó mal el proyecto Simeone. El primer partido del argentino acabó en Málaga con un 0-0. El Cholo había recuperado lo que Capello llamó en su día "espíritu por la camiseta". Los rojiblancos lucharon cada balón. Se vaciaron en el campo. Subieron la intensidad. Pero de fútbol, poquito. Después llegaron buenos resultados, acompañados de una mejoría evidente en el juego. El conjunto colchonero se impuso en casa al Villarreal (3-0) y fuera de casa sumaron suss primeros triunfos, en Anoeta ante la Real Sociedad (0-4) y en el Reino de Navarra ante el siempre aguerrido Osasuna (0-1, gol de Godín, de rechace en un córner). Simeone parecía haberlo conseguido. Su equipo había mejorado el aspecto defensvo y también el ofensivo. Ahora, los rojiblancos unían la actitud a la aptitud. Y los resultados acompañaban.


Pero el equipo se paró ahí. Con el 4º puesto que daba el acceso a la Champions al alcance de la mano, llegaron los nervios, las prisas y la presión por lograr un objetivo por el que los propios jugadores no se veían peleando mes y medio atrás, tras consumarse el descalabro del proyecto Manzano-Caminero.
Le tocaba al Atlético viajar a Santander para jugar contra el Racing, en descenso y con mil y un problemas acechando. El resultado 0-0 supo a derrota. los pupilos de Siemone tuvieron ocasiones claras, pero Toño paró lo imparable. El propio cancerbero lo reconoció al final del encuentro: "He hecho el partido de mi vida". El siguiente partido se volvió a producir otro empate (de nuevo 0-0) pero esta vez ante el Valencia. Fue un partido duro, trabado, físico y con pocas ocasiones para ambos conjuntos. Al siguiente partido, esta vez ante el Sporting de Clemente, recién llegado a Gijón y con su equipo penúltimo a 6 puntos de la salvación, los rojiblancos empataron (esta vez 1-1) tras una gran actuación del portero local Juan Pablo, que las paró de todos los colores.


El último partido que han disputado en liga los rojiblancos en casa ante el Barcelona deja sentimientos enfrentados en la afición colchonera. Es cierto que los azulgrana se llevaron los tres puntos del Calderón (1-2) merced a una pillería de Leo Messi, ¿quién si no? Pero también es cierto que los culés lo pasaron bastante mal y el colegiado no estuvo acertado al no ver una mano de Busquets dentro del área y dos fueras de juego mal señalados que dejaban a Adrián y Falcao solos ante Valdés. Sin olvidar los dos partidos de Europa League, en la eliminatoria ante la Lazio (1-3 en el Olímpico y 1-0 en el Vicente Calderón).
Han sido, por tanto, 8 los partidos ligueros disputados por los de Simeone hasta la fecha con un balance de 3 victorias, 4 empates y 1 derrota. Con 10 goles a favor y 3 en contra. Pero de los últimos 12 puntos, los rojiblancos han obtenido tan sólo 3. Y hoy visitan a un revitalizado Sevilla de la mano de Míchel, que parece haber dado con la tecla.
El Atlético, por tanto, ahora mismo se sustenta en sus buenas sensaciones. Lo malo es que se perdieron demasiadas jornadas esperando a que Manzano levantara a unos jugadores que se le habían ido de las manos. Los rojiblancos necesitan sumar de tres en tres si no quieren que se les vuelva a escapar el objetivo de la Champions. Les sobran buenas sensaciones a los atléticos, pero les faltan los puntos.


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