2012-02-27

A nadar en coche oficial



Quien iba a decir a los vecinos de Olerios, un pueblo tranquilo de La Coruña, aunque con una población que supera los treinta mil habitantes, lo importante que se ha vuelto en estas últimas horas. El merito lo tiene un golfo llamado Ángel García Seoane, el alcalde de la localidad gallega, aficionado a que le lleven en coche oficial a todos los lados, incluso a natación, pero este sujeto es muy educado y lo hace cuando puede el chófer, todo un detalle.

No se puede tener más cara dura. Y lo peor de todo es su desfachatez, justificando su abuso del dinero público para “estar bien de salud” y porque lo hace “al mediodía”. Este tío no se esconde, afirma que utiliza este bien tan preciado entre la política para “acudir a un montón de actividades, incluso para ir a la piscina antes de regresar a su casa” Es más, todas estas afirmaciones las hizo en un programa de radio, sacando pecho por su sinceridad, presumiendo que no le ha hecho falta el PP para sacarlo a la luz pública.
Pero no es el único escándalo que protagoniza el independiente García Seonae. En 2004 llegó a comercializar, desde la página web del ayuntamiento, camisetas en las que aparecía el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, caracterizado de “bestia salvaje” y chorreando sangre por la boca. Además, colocó un cartel luminoso en el municipio llamando nazis a los israelíes. El embajador de israelí, como es lógico, denunció en España estos hechos lamentables.


Esta joya de la política izquierdista más bruta que nos  podemos encontrar, presume de ser amigo de un sanguinario dictador como Fidel Castro. Tiene dedicado una gran avenida al Che Guevara y un monumento al héroe de la independencia de Cuba, José Mortí. Incluso, denigró a EE UU desde una web del consistorio. Luego nos extraña porque España se encuentra en esta situación, si hay gobernantes como este iluminado que despilfarra el dinero de todos para sus caprichos, como usar el coche oficial para ir a nadar. Lástima que estas informaciones se están volviendo un constante y no un hecho aislado. Esperemos que los vecinos de Oleiros se den cuenta de este gasto innecesario y no le vuelvan a votar más. 

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