Han pasado escasas veinte horas desde el fallecimiento de Don Manuel Fraga Iribarne y no creo que sea capaz de decir algo nuevo, salvo expresar mi humilde opinión. Fue ministro en la dictadura franquista, Vicepresidente segundo y Ministro de la Gobernación entre el 75 y el 76, uno de los padres de la Constitución, fundador del Partido Popular, presidente de la Xunta de Galicia durante quince años, senador hasta hace unos meses… Sobran las palabras al observar este brillante currículum, pero viene bien aclarar unas cuantas cosas.
No pasaron ni cinco minutos desde el anuncio de la muerte del señor Fraga cuando las redes sociales saltaban chispas. En twitter, simpatizantes y detractores del gallego se enfrentaban dialécticamente, centrándose en su pasado franquista. Estas personas olvidan de donde descienden la mitad de los líderes socialistas, o que el mismo PSOE llevó a cabo crímenes de estado, y la gente los ha seguido votando sin más. Con esto me estoy refiriendo a las acusaciones de que Fraga permaneció a un gobierno que dictaba sentencias de muerte. Totalmente verídico. Pero su gran labor en el Régimen franquista fue la “Ley de Prensa” del 66, eliminando la censura previa y facilitando la labor de los medios de comunicación independientes al franquismo. Es decir, Fraga fue, dentro de la dictadura, un “rompedor”, manejando el timón hacía al rumbo de la libertad que se dirigía España desde dentro de la propia dictadura. Por eso, más tarde se convirtió en uno de los ponentes de la Constitución, realizando un trabajo fundamental.
Hay una cosa que no se le puede negar al popular, y es su amor por España. Con aciertos y errores. Siempre mirando a todos pero, por el camino de la derecha, ha amado este país y ha dedicado toda su vida de servicio al Estado. Por muy gallego que fuese, siempre ha mentido su máxima lealtad a los españoles. Hoy, está gran nación llora a uno de sus ilustres intelectuales del siglo XX, a un político de casta, enamorado de España, arquitecto de la derecha democrática de este país, , comparado en dicho ámbito con grandes personalidades de esta corriente ideológica, como Cánovas o Maura, personaje clave de la transición y, sobretodo, el temperamento hecho política. Seguramente, esto último, le impidió cumplir su sueño, su meta más preciada, ser presidente de España. Ser, nuestro gran presidente.
Leia ayer el comentario de Ignacio Escolar
ResponderEliminar"¿Conocen ustedes algún otro país europeo donde el exministro de propaganda de un dictador sea padre de la democracia? Spain is different"
Joder para haber escrito un libro de historia con su padre, sabe muy poquito del tema.
No sabria citar ahora mismo un caso concreto, de precisamente un ministro de propaganda. Pero si podria citar mil sobre personajes que han introducido la democracia en sus paises, habiendo tenido anteriormente un cargo en el gobierno autoritario (en MONARQUIAS por ejemplo)
Hay gente que deberia aprender a distinguir entre revolucion y transicion politica.
¿Que te espera de un personaje tan siniestro como ese? Seguro que el "Spain is different", slogan de Fraga, se la ha salido de casualidad.
ResponderEliminarLo que ocurre en España es que la izquierda se cree superior, que en este país se vivía de lujo desde 1931 hasta que cinco años más tarde cuatro militares golpistas y asesinos la liarón, durando la pesadilla hasta el 75.
Se piensan que tienen la verdad absoluta, que la derecha no ha hecho nada por la libertad en España, pero se equivocan porque, personajes como Fraga, han ayudado a que vivamos ahora mismo un poco mejor.
Hombre no te pases, solo por el hecho de ser libres, ya es una buena razon para vivir mejor que en el franquismo. Decia Manuel Azaña: "La libertad no hace felices a los hombres; los hace, sencillamente, hombres"
ResponderEliminarLa derecha se lo tiene bien ganado por lo que hizo, no les restes ahora responsabilidad. Lo que ocurre es que en 40 años de dictadura, hay muchas etapas y hay muchos personajes que no merecen ser metidos en el mismo saco. Fraga fue un moderado dentro del franquismo, pese a quien le pese. La gente moderada es intemporal, los radicales son distintos cada epoca.
No existe una sola democracia estable fundada por exaltados y extremistas.
Dr. de la Cabeza, coincido contigo. Si no fuera así, su firma no estaría ahora en la Constitución. Y sin esa firma, muy probablemente la España de hoy no existiría. Existiría otra, quién sabe si mejor o peor... pero probablemente con otra guerra civil -a mucha menor escala que la del 36- de por medio. Y lo mismo se puede aplicar a Carrillo... cuando tuvo que moderarse, lo hizo
ResponderEliminarLo que quiero decir es que la Transición fue posible por moderados que venían de extremos de ambos lados, de derechas y de izquierdas. Pero parece ser ahora, sobretodo, desde que ZP llegó a la Moncloa, que no fue así, que solo la izquierda es democrática, que no existe la derecha salvo si es extrema.
ResponderEliminarPermíteme que dude sobre la derecha democrática y moderada española. Sólo con decir que el PP no ha condenado la dictadura Franquista en la UE, sobran las palabras.
ResponderEliminarDeja de ser tan demagogo y deja a ZP y sus votantes a un lado. Hoy el protagonista es Fraga y al igual que con la muerte de otros personajes públicos se ha recordado su pasado, se está haciendo lo mismo con el de este señor. Tanto lo bueno (si es que lo hay), como lo malo.
http://www.lasmalaslenguas.es/2008/11/16/el-partido-popular-no-condena-el-franquismo-en-la-union-europea-ni-en-los-ayuntamientos-ni-en-el-congreso/
Primero de todo, DEP Fraga, En el día luctuoso de su muerte toda persona merece ser honrada y respetada.
ResponderEliminarLuis Cernuda: -Recuérdalo tu, y recuérdalo a otros-
Ahora bien no podemos olvidar, la historia lo recordará por sus actos y pensamientos.
Ya en democracia, era una persona que al franquismo lo llamaba, periodo de larga paz (150.000 muertos por represión).
Sobre el golpe de Estado del 23 F, dijo que eran unas personas cargadas de buena voluntad.
Era un hombre de tan buena voluntad, que a la muerte de la madre de Luis Cernuda, se le pidió que se le dejara venir al Funeral y les respondió -Que se quede donde esta, ya tenemos suficientes maricones en España- .
En Plena transición tuvo posturas tan demócratas como para que el 1 de mayo de 1976, negara la autorización para que los trabajadores pudieran celebrar en la calle el día del trabajo, acuñando la famosa frase de “la calle es mía”
No olvidemos tampoco el penoso y sexista hecho de mandar rapar el pelo a las mujeres de los mineros que se posicionaban a favor de la huelga.
Pedro María Martínez, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda. Hoy es un día para recordar a estas cinco víctimas de Manuel Fraga, a estos cinco obreros de Gasteiz.
Tras el Asesinato de Javier Grimau, Fraga declaró a la prensa, mañana haré un dossier para que se vea quien era este caballerete; y de esta forma justificando el asesinato de una persona.
Eso si, debemos admirar su gran amor por este nuestro país, ESPAÑA, quería profundamente a su España, y gracias a personas como él, España es lo que es hoy, y no lo digo irónicamente, sino plenamente convencido de ello.
Curt Rothenberger quería profundamente a su patria, y ese amor por su patria le llevó a una de las ciudades mas bonitas de Europa, a ser juzgado: Nürnberg. El argumento de su defensa: dio todo por su Patria. Era buena gente.
Pinochet, también quiso a su patria profundamente. Y este hombre perteneció a un régimen absolutamente sanguinario y cruel (3.000 muertos por represión, comparen)
Pero Fraga nunca pidió perdón, nunca se arrepintió.
Que nuestra democracia y nuestra constitución tengan padres así, dice mucho de nuestra democracia y nuestra constitución. Para llegar a ser una gran democracia, este país debió de tener unos Juicios de Nürnberg.
Cogiendo el último párrafo del último comentario, lo de los Juicios de Nürnberg, ¿a quien se lo hacemos? ¿A Carrillo? ¿Al PSOE por participar en la Guerra Civil, como Largo Caballero?
EliminarToda democracia, como historia de un país, tiene sus luces y sombras. Fraga no pidió perdón de forma literaria, pero con sus actos, controlando a la extrema derecha, incorporándola a la joven democracia de este país en los últimos años de los 70, deja muy claro su postura.
Es una pena que todavía haya gente establecida en la postura rencorosa, en el odio y el "guerracivilismo". Si muerto recientemente Franco, los españoles de ambos bandos, fueron capaces de ceder algo para una buena convivencia, no tiene mucho sentido seguir hurgando en la herida, salvo que se quiera empezar un conflicto para ganar una guerra que ya se perdió hace años.