Día 21 de diciembre. El flamante nuevo Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparece ante los medios para anunciar su nuevo gabinete de ministros. Hay gran espectación, ningún gobierno se había mantenido con tanto secretismo. Cientos de periodistas agolpados en la Moncloa esperando la presencia del líder popular quien, tras dar las buenas tardes, y enumerar los nombres, da por concluída la rueda de prensa y se marcha.
Como él, muchos políticos se han abonado al "preguntas no" en sus ruedas de prensa. Lo cual, reduce la actividad del periodista a mero espectador y transmisor del mensaje tal cual lo lanza el político.
Puede parecer algo banal, pero nada más lejos de la verdad. No es algo sin importancia, algo sobre lo que se deba de pasar de soslayo. Un político es una figura pública y como tal debe de someterse a las preguntas de aquellos a que votan, y en este caso, a los periodistas.
No hay nada más sencillo para un político que salir, soltar su "rollo" y volver a la comodidad del estar fuera de plano. Y lo peor, es que el gremio periodístico lo acepta, y sigue acudiendo e informando. La única solución es una actuación en bloque de todos los medios, si no hay preguntas, que no se acuda, o no se informe. Reducir el periodismo a la guerra de declaraciones es que pasemos a ser simples escribas del poder.
El problema para la actuación en bloque es el de siempre. No somos un poder independiente del político, la interrelación esta siempre presente y los intereses son demasiado fuertes como para actuar a espaldas de los partidos. Ese es el gran problema, y hasta que se solucione, seguiremos actuando a su merced.
¡Por un periodismo con preguntas!
Tienes toda la razón, para Rajoy parece una costumbre el no responder a ninguna pregunta... y eso para mi es una verguenza. Deberían plantarse los periodistas y no ir a la rueda de prensa...total...para eso fusilas el teletipo de lo que haya dicho en la redacción y por lo menos te ahorras el viaje...
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