El aburrimiento genera enemigos

Dice el refranero español que cuando la vaca no sabe que hacer mata moscas con el rabo. Dicha expresión hace referencia a que el no tener nada que hacer, el aburrimiento en definitiva, puede llevar a las personas a ganarse enemigos. ¿Quién se ha ganado un nuevo enemigo? ¿Lo adivinan? En efecto: The Special One.
Las aguas parecían bajar, en esencia, tranquilas por Concha Espina, salvo la absurda polémica en torno al supuesto bajo rendimiento de Iker Casillas. Polémica absurda donde las haya, pero que eliminaba o  lo pretendía, a un rival muy peligroso en lucha de Cristiano por el Balón de Oro. Postura absolutamente respetable dentro del cuerpo técnico blanco pero no desde los sectores periodísticos y menos aún desde el propio club. Pero eso da para otro articulo.

El asunto es que ante tal ausencia de conflictos, The Special One, también autoproclamado como "el rey de los debutantes", ha decidido enturbiar una semana tranquila para iniciar una polémica absurda con el humilde técnico del Castilla: Alberto Toril.

MARCA abre con la polémica Mou-Toril

El desencuentro viene de lejos. Cuando hace un par de años Toril no pudo cumplir las imposiciones de Mourinho de que Dani Carvajal (ahora brillando en el Bayer Leverkusen) sólo jugase 60´ un partido pues el técnico portugués aseguraba que jugaría en Copa del Rey contra la Ponferradina, se inició la ruptura entre el técnico del primer equipo y el del segundo. El Castilla sufrió 3 expulsiones ese partido y Toril, con buen criterio, no retiró al mejor defensor blanco para no descompensar la zaga del Castilla. Carvajal no llegó a debutar con el Madrid y ahora brilla en la Bundesliga donde la semana pasada fue un quebradero de cabeza para un tal Phillip Lahm en el Bayer de Munich- Leverkusen (1-2 con asistencia del canterano). Lahm humilló a Coentrao hace apenas 6 meses en las semifinales de Champions. La ofensa de Toril le costó al canterano irse del equipo de su vida sin debutar si quiera. Honor del que sí disfrutó Pedro Mendes. Traído por Jorge Mendes. Saquen conclusiones.

El AS sigue la polémica 

Ahora, en plena rueda de prensa y sin venir a cuento Mourinho reflejó que a su entender Toril no forma bien a los chicos. El técnico que cogió hace año y medio a un Castilla a punto de bajar a tercera división y que ahora está noveno clasificado en segunda división, no sabe formar a los chavales. El técnico portugués aseguraba que "cuando educas a tus hijos con contradicciones surgen problemas".  El propio Mou que aseguró que Nacho es lateral derecho le hizo debutar hace casi dos años de lateral ¡¡zurdo!! en Mestalla y contra el Zaragoza. ¿Lo entienden? Ni ustedes, ni nadie.

Cualquiera que haya visto un par de partidos del Castilla (quien esto escribe se ha perdido uno en toda la temporada) sabe perfectamente que Nacho es central y uno bueno: el mejor de todo el Castilla. El lateral izquierdo es Jorge Casado que, ni con los tres futbolistas del primer equipo que pueden ocupar esa posición lesionados, ha contado para Mourinho. El portugués prefirió a Essien. Mensaje a la cantera: mejor un mediocentro defensivo en esa posición de mi confianza que un canterano especialista en esa posición. 

Toril intentando estrechar lazos con Mourinho

Como la polémica con Nacho estaba perdida de antemano para cualquiera con las mínimas nociones futbolísticas, el de Setúbal se dejó de indirectas y pasó al ataque directo al técnico del filial, asegurando que Toril debe decidir si prefiere quedar quinto en segunda o ayudar a la progresión de los chavales. ¿No estaba bien formado Carvajal para el lateral derecho? Una vez más Mourinho prefirió jugarse toda la temporada con Arbeloa como único especialista del carril diestro. Arbeloa se lesionó y el Madrid tuvo que recurrir a Sergio Ramos de lateral derecho, pese a que el sevillano ha reiterado hasta hartarse que su posición natural es el eje de la zaga. ¿No servía Casado ante el Mallorca y el Celta con los tres laterales zurdos lesionados? ¿No merece Jesé Rodríguez (pichichi de la segunda división) jugar un minuto en liga o ir convocado para el partido de esta noche en Copa del Rey con todas las ausencias blancas que habrá ante el Alcoyano? No. Porque el canario pese a sobrarle calidad juega de "9 y medio" posición novedosa que no existe como tal en el Castilla. Jesé juega de falso nueve, al estilo Cesc Fabregas en la selección para bajar a recibir, tocar, moverse, abrir espacios en las defensas rivales y llegar con la potencia y el gol que le caracteriza a sus 19 años.

Tal y como escribe magníficamente (una vez más) Alfredo Relaño en el AS de hoy, a Mourinho se le acabaron rivales de su altura como Valdano o Guardiola que se marcharon hartos de recibir descalificaciones pero que son demasiado educados como para devolverle en forma de agresión verbal los constantes ataques del portugués. Ahora la ha tomado con el humilde Alberto Toril en lo que se conoce como una guerra asimétrica. La vaca sigue matando moscas con el rabo.

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España se gana el castigo

Llegaban España y Francia al partido de anoche en situaciones inversas aunque con los mismos puntos en la clasificación para el Mundial 2014 de Brasil y con la sensación mayoritaria de una victoria fácil para los de Vicente Del Bosque que les diera un colchón de tranquilidad de cara al partido en Francia,allá por Marzo. Nada de eso ocurrió anoche en el Vicente Calderón.
El partido se inició como cabía esperar y España dominaba balón y ocasiones que se sucedian una detrás de otra. Pero pronto empezó a torcerse la noche cuando a los 10 minutos Daivid Silva, de los más incisivos por el costado izquierdo junto con Iniesta y Jordi Alba, se marchó lesionado del campo. Mal augurio.

La Roja celebra el gol de Sergio Ramos

Pese a todo, la Selección siguió a lo suyo: tocar, mandar, asociarse, buscar los espacios libres y el fútbol combinativo, bello y efectivo que lleva un lustro maravillando al mundo. Asi, el gol era cuestión de tiempo. Córner botado por Xavi Hernández y Sergio Ramos (el único en el equipo que podría rematar por arriba) cabeceó libre de marcaje en el área. El balón se estrelló en el palo y mientras el sevillano se lamentaba Pedrito, listo y eléctrico, como siempre, recogió el rechace para volver a ponerla al corazón del área, donde un defectuoso despeje de Lloris permitió al de Camas poner el 1-0 en el marcador. Se hacía justicia. Pudo incluso sentenciar España con un penalti fallado por Cesc y forzado de nuevo por Pedrito. España seguía dominando y creando ocasiones, como una doble de Cesc y Pedrito tras fabuloso pase picado de Xavi que salvó magistralmente Lloris. Así transcurrió la primera parte. De Francia no hubo noicias hasta el minuto 35 cuando a Menez le anularon un gol, en apariencia legal, y Benzemá, un fantasma hasta ese momento, disparó cruzado buscando el ángulo inferior derecho de la portería de Casillas. Lo que encontró fue la magnífica respuesta del capitán español y éste la ovación del Calderón: "Iker, Iker, Iker...". De los de Deschamps no había casi noticias. Benzema era un fantasma y Ribery un alma en pena.

Benzema intenta regatear a Casilllas sin éxito

Pero todo cambió en el segundo período. Y más con la lesión de Arbeloa en el minuto 50, lo que dio paso a Juanfran, extremo diestro reconvertido a lateral que se las tuvo que ver con Ribery. El desastre por ese lado estaba cantado. Pero no fue sólo ese el aspecto diferencial que lo cambió todo. Deschamps, estratega digno de Napoleón (bajito, feo, pero condenadamente listo) vió que necesitaba explotar aquel lado y sacó a Valbuena, lo más parecido que en Francia tienen a Iniesta (salvando las enormes distancias). Pero lo importante para los galos fue que Ribery y Benzema ya no estaban sólos en el océano. Valbuena fue su balsa. Alguien con quien poder asociarse en busca de las ocasiones (y el tiempo) perdido. España sangraba por la diestra y los franceses, con Benzemá y Ribery a los mandos, tocaron a arrebato.
España, por su parte, perdió el balón, el fútbol que nos hace respetados, admirados y temidos a un tiempo. Y perdimos todo eso, debido a los infortunios en lesiones y al cansancio físico, admitámoslo. Al perder nuestra esencia, lo que somos, el rival se dio cuenta de que. sin balón, somos un equipo más con muchas bajas en la zona defensiva. Iniesta desapareció, Cesc no vino a asociarse, Alonso no podía pararlos a todos y Xavi no sujetó el partido como debía.

Francia celebra el empate

Así, los de Deschamps aprovecharon la `pájara´ española para ir asediando poco a poco el fuerte, siempre por el flanco derecho español. Primero fue Benzemá el que se plantó solo ante Casilas aunque no supo regatearle. Después fue el propio delantero madridista el que le puso un balón preciso a Sissoko que lo dejó sólo, pero el centrocampista galo la madó a las nubes. Y posteriormente fue Ribery el que probó fortuna con un disparo cruzado que se marchó muy cerca del palo izquierdo de la portería de Casillas.
Del Bosque percibió el problema. Cierto es que le lastraban los dos cambios tempraneros por lesión, pero en su bondad quiso premiar a Torres por su vuelta a casa tras cinco años. No procedía. El del Chelsea es un delantero aceptable pero la solución pasaba por apuntalar el centro del campo con Javi Martínez. No lo hizo y bien que lo lamentamos.
No obstante, el partido parecía ganado, pese a todo lo sufrido. Pasaban diez segundos de los tres minutos de prolongación cuando Juanfran dcidió extralimitarse en sus funciones. En lugar de ceder al portero para iniciar jugada (y para que el colegiado alemán señalara el final) quiso demostrar que es mejor de lo que realmente es y todos lo lamentamos. Perdió el balón en zona prohibida y Francia lanzó su último ataque: Ribery la puso y Giroud se llevó la gloria. La responsabilidad del gol encajado es de Juanfran pero el empate es consecuencia de todo el equipo. Y el empate no fue injusto. Ahora toca ir a Francia a ganar. No sabemos jugar a otra cosa. Pese a la segunda pare de ayer. Es eso o la repesca.

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